Dojo - Entrenamiento y Meditación

Tanto Komui Lee como Yamamoto Genryuusai le habían pedido a Yoruichi Shihouin que entrenara a los Exorcistas, aunque pensaba que podrían hacerlo ellos solitos sin ayuda de nadie, claro que muchos de los Orden eran unos críos.

La sala tenía el aspecto de un enorme dōjō (道場, 'dōjō'^, literalmente "el lugar de la Vía"), con sus cuatro paredes y partes bien diferenciadas, habían muebles y lo necesario para explicaciones y prácticas, incluso meditación. Se trata de un local rectangular o cuadrado en que cada pared tiene asignada un nombre y función determinados: Shimoza, Shimoseki, Yoseki y Kamiza.

• Kamiza (上座) es la pared dirigida al sur y es el lugar de honor donde se sitúa el Shinden, lugar que se honra con imágenes de los maestros del arte y los símbolos de la tradición por delante, el Sensei tiene su lugar llamado Shihandai
  

• Yoseki, a la izquierda de la anterior, representa el lugar de honor donde se sitúan los auxiliares del maestro
  

• Shimoza (下座) es la pared enfrentada al Yoseki donde se encuentra la puerta de entrada y se ubican los alumnos de manera que los de mayor grado estén más próximos al Yoseki
  

• Shimonoseki es la pared opuesta al Shimoza.
  

"Necesitamos preparar a nuestros hombres para esta Guerra, Shihouin Taicho"- le había asegurado el Comandante General.

"Es necesario, Yoru-chan"- le replicó Komui cuando la Capitana fue a visitarle al Despacho, por lo que el chino también lo consideraba necesario y a la vez un poco peligroso- "Puede que sea un poco peligroso o que no lo sea. Estamos a mitad de una Guerra y el Kidoh es una de los mejores disciplinas subsidiarias que deberíamos aprender. Tú eres muy buena en la materia, quizás por éso el Comandante General te mandó ¿no es así?"- el chino había adoptado una expresión seria aunque de igual modo confiante, firme en el saber de la Capitana- "Es por éso que tanto él como yo te pedimos que hagas ese favor, el de enseñar a los Exorcistas y aliados a usar el Kidoh"

Recordaba las palabras de ambos líderes, por lo que exhaló un pequeño suspiro, tras lo que se encaminó al escalón de la pared de enfrente, al sitio donde debe ocupar el sensei o maestro, el Shihandai, donde estaba situada una pizarra verde oscura, y tizas o carboncillos color blanco en un espacio suficiente para la teoría y prácticas.

Reika entraba por primera vez a aquella sala, tras haber venido de una mision sin exito alguno necesitaba sentir que podia aun aprender algo y superarse asi que decidió entrar si o si. Al entrar se tropezó con Yoruichi a la cual saludó y esbozó una sonrisa sin decir ni una sola palabra.

Me he enterado que ahora diriges todo esto, me gustaría aprender esta disciplina. Y prometo, poner el cien por cien de mi empeño en el kidóh -Dijo con una voz muy seria jamas escuchada de su boca, tenia pequeñas heridas en la cara de la batalla con los akuma y su falda estaba algo rasgada pero aun asi no perdia su actitud fria en cuanto a la lucha se trataba.

Spoiler:

Me he enterado que ahora diriges todo esto, me gustaría aprender esta disciplina. Y prometo, poner el cien por cien de mi empeño en el kidóh -

Acababa de llegar ni más ni menos que Reika Bookman, que pedía que le enseñara las artes Kidoh. Se le veía más seria de lo normal, decidida a aprender esa disciplina.

SHIHOUIN YORUICHI:- Ya veo..- observó, analizadoramente.- Esperaremos a ue vengan más alumnos.

Observó al estúpido moyashi entrar en el enorme Dojo. Miró seriamente a ambos.

SHIHOUIN YORUICHI:- ¿Estáis dispuestos a correr el riesgo?- inquiría muy seriamente la Capitana

Observó y escuchó las palabras del peliblanco, y se atrevió a esbozar una leve sonrisa de medio lado, astuta, aunque duraba solo unos instantes antes de regresar a su expresión seria y fría.

SHIHOUIN YORUICHI:- Ya veo.

Yo haré lo mismo, no me importa correr riesgos. Pase lo que pase seguiré tus ordenes Yoruichi-sempai -Dijo con un tono que resultaba extraño oirlo de su boca. Firme y severo pero a la vez obediente y dócil.

¿Por donde empezamos? -Preguntó curiosa llevandole una de las manos a la herida del codo contrario.

Yoruichi se giró antes de llegar hasta la pizarra, junto a la cual estaba una mesa de madera y un alto sillón verde oliva.

SHIHOUIN YORUICHI:- Ya veo.. Aceptáis tanto el conocimiento como el entrenamiento del Kidoh, pese a saber que puede ser una vía un poco peligrosa si no se domina bien.- les advirtió, antes de empezar a explicar.- Si no hay nadie más que desee, comenzaré. El Kidō (鬼道, Vía del Demonio)- añadía mientras escribía en la pizarra con letra clara el kanji o los caracteres necesarios para la palabra Kidô (Kidoh, o Kidô o Kidôh, como se prefiera) tras lo que se volteó a sus dos alumnos, seriamente- también llamado Artes Demoníacas, es una de las cuatro formas básicas de combate que puede desarrollar un Ninja, aunque pueden desarrollarlo cualquiera que posea el suficiente poder espiritual. Mediante esta amplia disciplina se puede enfocar la energía espiritual en forma de distintos hechizos consiguiendo efectos muy variados como son la curación, la defensa o el combate, entre otros.- explicó- Aunque este tipo de energía proviene del interior del usuario: el chakra. Experiencia, fuerza física y mental. Éso es lo que se necesita básicamente para conocer a primeros pasos el Kidoh.

Se detuvo durante una pausa para observar a los dos alumnos, que no podían ser más estúpidos. Al menos esperaba que lo hubieran entendido.

Offrol: Si sigues mezclando series no se a donde iremos a parar...xD
Entiendo, es decir, debemos ser fuertes tanto física como mentalmente para llear a cabo un hechizo Kidoh.

Levantó la mano algo confusa al escucharla.

¿Y esto tiene algo que ver con la inocencia? -Dijo mirandola con una ceja arqueada.

SHIHOUIN YORUICHI:- Puede que sí, puede que no. Pero en sí son técnicas subsidiarias para quienes deseen aprenderlo. Bien. Los hechizos Kidō están ordenados del 1 al 99, según el poder que despliegan y la dificultad que entraña su realización. No obstante.. Para poder invocar uno, el usuario debe recitar las palabras adecuadas, seguidas del nombre del hechizo y de su número. Sin embargo, para un usuario lo bastante experimentado no es necesario incluir el encantamiento en sí, aunque haciéndolo se incrementa su potencia.- explicó la Capitana caminando seria de un lado a otro mientras proseguía. Lo siguió una pausa, para que los estudiantes puedan asimilar sus palabras.- El poder de un hechizo Kidō, no depende tanto del número como del nivel del usuario que lo invoque, ya que algunos encantamientos de bajo nivel han producido efectos devastadores si son usados por usuarios poderosos. Los usuarios que dominan el Kidō con una mayor maestría son incluso capaces de realizar más de un hechizo a la vez mediante la invocación conjunta de los encantamientos- añadió, terminando una parte de la parte teórica. Hubo una pausa antes de seguir- ¿Alguna duda?

SHIHOUIN YORUICHI:- Hay dos tipos de Kidoh. Los Hadoh (o Hadou) y Bakudoh (o Bakudou). Los Hadō (破道, Vía de Destrucción) son los 99 hechizos Kidō empleados con un fin claramente ofensivo. La mayor parte de ellos comprenden distintas descargas de energía de diferentes rangos de ataque, tamaños, colores y potencias, que producen efectos muy variados sobre el enemigo. Según se dice, los Hadō del nivel 90 y superiores (aunque se cree que también los Bakudō) son, con diferencia, mucho más efectivos y poderosos que el resto, pero su dominio es tan complicado que ni siquiera los más avezados en el Kidō son capaces de controlarlos completamente.-explicó ella, colocando en la pizarra con letras claras y bien legibles los kanjis designados para la palabra Hadoh.- Algunos no poseen cántico, como los más débiles.- continuó. Chasqueó los dedos índice, corazón y pulgar de la diestra e hizo aparecer unas dianas algunos metros a las espaldas de Reika y Allen.- Observen.- dijo después acercándose hasta detenerse al lado de Reika, y apuntó hacia una de las dianas con los dedos índice y corazón- Hadoh no Yon: Byakurai (Arte Destructivo número 4, Rayo Blanco)- Desde el dedo índice salió un rayo de color blanco que, en este caso, dio en el centro de una de las dianas, la cual era su objetivo.

Spoiler:

Reika aguantó la respiración unos segundos y la soltó de sopetón cuando vió aquella tecnica.

La diana se quedó chamuscada gracias al rayo blanco, tras lo que Yoruichi viró su azabache mirada a Allen Walker.

SHIHOUIN YORUICHI:- Exactamente. Mas si tienes un fuerte poder, puedes aumentar el Byakurai. Concentracón y calma. Éso es lo que se requiere para concentrar chakra para realizar un Kidoh.- explicó ella regresando a su mesa de madera, a un lateral de la pizarra, donde tenía unos papeles, que eran, sin duda, los cánticos de algunos de los Kidoh.

Reika analizaba todo atentamente aquello era nuevo para ella, sabiendolo aun asi queria dominarlo sin vacilaciones.

Observó en silencio y una vez transcurrida una pausa, explicó:

SHIHOUIN YORUICHI:- Unos poseen cuántico, y otros no, pero cuan grande es el número, menos y más tendréis que concentrar energía. - dicho ésto, silenció durante otra pausa, y escribió en la pizarra la transcripción del siguiente hadou a saber, el Shakkaho, tanto en kanji, romaji, hiragana y en castellano, que rezaba así:

Kunrinsha yo! Chiniku no kamen, banshō, habataki, HITO no na o kansu! Shinri to sessei, tsumi shirame yume no kabe ni wazuka ni tsume o tate yo!

¡Oh, señor! ¡Máscara de sangre y hueso, toda creación, batir de alas, que llevas el nombre de Hombre! ¡Verdad y temperamento, a través de este muro de sueños desatados pero con la leve ira de tus garras!

>> Éste es el Hadō 31, Shakkahō, Artillería carmesí- explicó ella- El el siguiente Hadoh a saber después del Byakurai y del Hadoh 1, Shô (Impacto). Primero debéis concentraros, después reunir vuestra energía en la mano y lanzarlo, con cuidado de no quemaros. - Decidió hacer una demostración, calmadamente, para que los estudiantes lo lograsen ver.- Kunrinsha yo! Chiniku no kamen, banshō, habataki, HITO no na o kansu! Shinri to sessei, tsumi shirame yume no kabe ni wazuka ni tsume o tate yo! (¡Oh, señor! ¡Máscara de sangre y hueso, toda creación, batir de alas, que llevas el nombre de Hombre! ¡Verdad y temperamento, a través de este muro de sueños desatados pero con la leve ira de tus garras!)- Pronunció y mientras tanto se iba formando una espera carmesí tras colocarse con la diestra apuntando hacia otra de las dianas. Un aura carmesí rodeó la figura de la mestra hasta que finalmente la esfera carmesí estuvo del tamaño deseado, una esfera ardiente color carmesí, llameante. La diestra adquiría unos bordes de la tonalidad de la esfera ardiente y ni siquiera se movía, ya que se debía controlar la energía usada para que la piel no se quemase.- ¡Hadō no sanjuuichi: Shakkahō (Arte de Destrucción número 31, Artillería carmesí).- La esfera de fuego carmesí invocada salió disparada hacia el centro del blanco, la diana objetivo, calcinando ésta al instante.