ReikaxGgio

Estaba en la sala de entrenamiento, en un gran campo al aire libre, sentado en una roca. El cabello le ondeaba junto con el traje, haciendo una especie de frufrú mientras Ggio observaba el horizonte, el cual tintaba el cielo de azul oscuro, pues anochecía. La luna en cuarto creciente, estaba presente, predominando sobre las estrellas diminutas y el mismo firmamento.

Poseía una guitarra color negro clásica en sus brazos, y tocaba una melodía que había compuesto él, a la que tituló "Wellcome to my life".

Era que, durante aquellas noches había estado soñando algo extraño, con el rostro simpático y feliz y el cabello largo y pelirrojo de Reika Bookman, y se dio cuenta de que ella estaba con Allen, de modo que Ggio no tenía ninguna posibilidad.

En ese mismo momento atraida por el sonido de aquella entrañable y curiosamente familiar melodia llegó hasta las espaldas de Ggio que se encontraba solo tocando una preciosa guitarra. Ella espero a que terminase de tocar y le toco dos veces con un dedo en el hombro.

Es muy bonita - Dijo sentandose al lado de el mirando el cielo.- A veces... pienso que el cielo es enorme comparado con los puntitos que somos nosotros...

Sonrió mirando a Ggio con sus ojos celestes y una sonrisita muy risueña y simpatica.

¿Verdad? -Preguntó tras una pausa.

Terminó de tocar la melodía que estaba entonando y escuchó las palabras de Reika Bookman, a quien dirigió la amarillenta mirada proveniente de sus grandes ojos.

GGIO VEGA:- Gracias. Ya lo creo. El universo es inmenso. Parece un gigante, y en cambio nosotros somos similares a unos enanos.- comentó el moreno con la misma sonrisa, aunque se le notaba cierta nostalgia.

Sonrió y volvió a mirar al cielo escuchando las palabras del chico, miró hacia al suelo y se metió las manos en el bolsillo de su uniforme de exorcista.

Creo, que en ocaciones ocultas algo... -Dijo mirando fijamente sus botas negras y blancas.

GGIO VEGA:- Y lo oculto por no preocupar a los demás. Y siento algo extraño y no puedo evitarlo. Hay veces que a lo que pienso todo me dice sí, que no es posible estar a tu lado- dijo, evidentemente sonrojado- Soy consciente de lo que soy, pese a no recordar mucho sobre mi pasado.

Reika suspiró y le abrazó seguidamente, sin decir nada hasta pasado unos minutos.

Lo siento, no era conciente de ello...

No dijo absolutamente nada, al sentir el abrazo de su pelirroja amiga Reika, a quien correspondió al abrazo, en silencio, como si fuese la primera y última vez que la veía, No deseaba separarse de su lado, siendo consciente de que Reika estaba con el peliblanco Allen y de lo que Ggio representaría tarde o temprano.