Reika Bookman x Allen Walker

Allen se hallaba tranquilo en el césped, contemplando un atardecer prácticamente de ensueño, adoraba aquellos paisajes y deseaba más que nada pasarlos junto a Reika, pero se avergonzaba y ponía muy nervioso al hablar con ella. Él la admiraba a ella, hasta en momentos fríos era capaz de bromear y en momentos tristes era de las pocas personas que sabía sacarle una sonrisa. Cada vez que veía a la chica se ruborizaba, no lo podía evitar, su corazón latía muy deprisa, y le costaba articular palabra. Éste, en cambio, era uno de ésos días en los que se hallaba radiante de fuerzas y de confianza, confiaba en poder estar con ella sin temblar ni sentirse tan avergonzado y mantener una conversación normal con ella. Se hallaba en la costa, sentado en la orilla junto al mar.Oía el rumor de las olas y notaba en su cara la brisa marina

Sentada junto a Allen, en una inmensa pero perfecta playa de arena blanca con el agua limpia y un suave sonido de las olas se encontraba la pelirroja, que ultimamente no habia tenido tiempo de apenas ver al chico que se encontraba a su lado.
De vez en cuando contemplaba el horizonte donde parecia que acababa la frontera entre el cielo y el mar.

<< Me pregunto cuanto durará esta paz >> -Pensó para si misma cerrando los ojos y agarrando sin darse cuenta la mano de Allen el cual tenia las mejillas sonrojadas.

Allen, no has dicho nada desde que llegamos. Parece que estas pensativo... ¿Otra vez pensando en dango? - Bromeo para romper un poco el silencio entre ambos.

Miró de nuevo para el mar borrandosele la sonrisa e imaginando una pequeña escena en su mente.

"Allen llegaba y la cogia por la mano sorpendiendola, y ella rodeada de un mar inmenso donde flotaba sin miedo a ahogarse"

Spoiler:

U-uhm...Lo siento Reika... pero se está tan bien aquí contigo que no me di cuenta de que pasaba tan rápido el tiempo... dijo sonrojándose y al ver que tocaba su mano se ruborizó, apoyando su cabeza en su hombro.
¿Sabes nadar?Dijo un poco para romper el hielo de la conversación.

Sonrió escuchando a Allen y de repente saltó una pregunta que solo con oirla le aterrorizaba.

¿N-Nadar? ... no... -Dijo algo pálida pensando en las malas experiencias cuando era pequeña, el mar y ella nunca estarían conectados por muy hermoso que fuese la idea de estarlo.

Tu seguramente si ¿o me equivoco? - Le miró a los ojos y volteó a mirar de nuevo al brillante mar.

Tuve que aprender a la fuerza, si no, gracias a mi maestro no lo hubiese contado....-se le formó una sonrisilla un poco sarcástica-.
Si quieres... yo podría enseñarte a nadar... -Dijo sonrojado y un poco nervioso- No es tan difícil...